Hembra y macho olvidados de su género,
abrazo que relega su tantra a la sal,
a su virginal existencia de madre:
útero que alberga y amamanta
la sutileza del mundo.
Dos seres sin credo, sexo ni dios,
en la sinfonía más pura del agua,
mujer y delfín
prodigándose la grandeza
del ser sin conflicto.
Ojos y tacto
diciéndose en el silencio impar
-que no infringe, ni viola, ni mengua-
la verdad con mentiras piadosas.
Ambos tarde y noche
diluidas en la sangre,
ambos mar,
tierra y esencia de lágrimas sin dueño.
Los dos
leyenda de lo imposible,
donde uno y otro
son desilusión pisoteada
por el discurrir
de una vida abyecta
en la que la sangre y la muerte
siempre triunfan.
Por un momento el silencio fue feliz
de ser solo silencio, por un instante,
todas las palabras sin sonido fueron poema,
versos encariñados en los que mujer y delfín
envejecieron jóvenes, sin tiempo ni escenario.
5. Domenica,Poesia,Tango.
Técnica mixta sobre cartón.
50x70.
Técnica mixta sobre cartón.
50x70.
CUANDO LLORAN LAS MANOS
Son intentos,
conatos que las palabras sacuden
desde el vacío en el que se encuentran.
El espejo de las verdades
quiere esconder su cicatriz
en el silencio de las cutículas.
Voy lloviéndome más
bajo una exhalación de luna
para esconder el tono de las lágrimas.
Entre las sombras,
las más nocturnas, se agazapa
el albedrío tragando su condena.
Cuando lloran las manos,
el contenido del papel es todo
lo que no sucede entre el silencio moribundo.
La ausencia quisiera morir,
y la contigüidad de la voz
piensa en el suicidio…
Buenas noches.
ISLA MUJERES
Cielos rasos:
intemporalidades
que se acomodan en las olas.
Se embaraza el infinito
redondo y rojo
en el que las gaviotas campean
para plasmar estrofas de pactos
límpidamente táctiles, en ritmos de brisa y sal.
El descenso del sol
entinta las bajuras de la marea
como un mito verdadero,
y no hay un antes ni un después
que catalicen futuros ni pasados.
Podría el mundo
quedarse sin culpas
y de los milagros ser testigos.
Podría…
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